12-2018
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Meandro final en Torca de las Cárcavas
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La previsión del tiempo era estable; sin embargo,
la noche y la mañana amanecieron con lluvia, lo que hizo nos hizo dudar a
algunos
de la conveniencia de bajar por este húmedo sumidero. Héctor no cedió a las
presiones y
acometimos el descenso de la torca con decisión. La sima
no es de una gran profundidad, hasta la base de los pozos, unos 220m; se
conforma en una diaclasa continuada por donde discurre el regato de
entrada.
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Boca Torca de las Cárcavas
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La
instalación es muy variada y adecuada para distintos caudales, así
como para la práctica de operaciones de rescate. Tuvimos la oportunidad de
disfrutar de la equipación de la cavidad, admirando las primeras zonas con
vetas de calcita.
Largo pasamanos de entrada para rodear la cascada inicial; cortos tramos
de andar y nuevos pozos encadenado.
Más adelante, otro largo tramo a pie y resaltes hasta un P8 que entronca con
nuevo pasamanos sobre un profundo desfondamiento que cambia de rumbo en la
vira; ésta,
nos deposita en la cabecera del último gran pozo fraccionado en tres
tramos de 45, 35 y 23m.
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Pozo en Torca de las Cárcavas
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En la base de este gran pozo, arranca un retorcido meandro cuyas paredes
están bellamente decoradas por vetas de calcita.
El trazado va ganando dificultad, con destrepes y marmitas cada vez más
colmadas de agua hasta su final en el sifón terminal.
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Pasamanos de pozo inicial, Torca de las Cárcavas
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