Peroblasco y la 'Fiesta del Humo'.
Peroblasco es un pueblo de La Rioja Baja, entre la populosa Arnedillo y Enciso. Como tantos pueblos de estos lugares, fue abandonado allá por los años sesenta, y así se mantuvo durante años.
Recuerdo haber pasado por la carretera y observar sus ruinas, cómo cuando se pasa cerca de otro ejemplo todavía patente de la despoblación en el ámbito rural, el pueblo de Turruncún. Pero también recuerdo cómo, años más tarde, allá por los ochenta, se empezaban a ver signos de vida en el mismo; tímidos en principio, y luego cada vez más palpables a la vista del viajero que transitaba por esos lares.
Se instalaron comunas; se organizaron campamentos internacionales para su recuperación; luego, empezaron a volver los hijos del pueblo, que lo abandonaron en su juventud buscando un porvenir. Y por último, personas atraídas por el lugar, de clase media o medio -alta, y con variados oficios y profesiones. Venían en pos de un sitio tranquilo, en el campo, donde arreglar una casa o un pajar y poder disfrutar del tiempo libre, lejos de la ciudad. A lo largo de estos años, todos juntos, los nacidos y los venidos de fuera, se han unido en el empeño de sacar el pueblo adelante.
En la tarea no les ha faltado constancia, reclamando a las diversas instancias ayudas y mejoras de infraestructuras que, habitualmente, han sido desatendidas. Lejos de desanimarse, a base de inventiva le han dado protagonismo a Peroblasco. Recuperaron las fiestas patronales, y las han diferenciado con un evento singular: la 'Fiesta del Humo'.
Esta fiesta es el acto central y más conocido de los festejos del pueblo, celebrándose el último sábado de julio desde hace diecisiete años. Tiene lugar durante el primer día de los dos que duran las fiestas, a las nueve de la noche, y precedido del disparo de tres cohetes. A continuación, las chimeneas de las casas expulsan al unísono humo de diversos colores: rojo, verde, amarillo, añil... Y al mismo tiempo, acompañando al humo, escuchamos música clásica y podemos ver a la Bruja Funcionaria merodear por las calles. Durante los diez minutos que dura el acto, observamos que el humo de cada casa va cambiando de color y como el viento mezcla y empuja el humo, creando un hermoso cuadro cromático.
Para verla bien, conviene llegar con tiempo, y situarse en la carretera, frente al pueblo o entrar a Peroblasco y subir hasta las antiguas "eras", situadas en su parte alta.
Cuando se les pregunta a los vecinos por el origen de esta fiesta y cual es la forma de obtener el humo de colores, nos dicen que todo tiene que ver con la " Bruja Funcionaria" , y cuentan el siguiente relato:
Hace veinte años, Peroblasco estaba en ruinas e incomunicado, sin futuro. Entonces, hubo un grupo de aventureros que vieron en este lugar una oportunidad, y empezaron a rehabilitar algunas casas. No tenían luz, ni agua... y solicitaron ayudas a los diferentes poderes para hacer mejoras. Pero sus peticiones se perdían, nunca llegaban a ningún lugar y nadie les respondía. Con el tiempo se corrió el rumor de que por los pasillos administrativos habitaba una bruja funcionaria, la cual no quería que nadie supiese que en Peroblasco vivía gente. Para demostrar que estaba habitado, recurrieron a un antiguo conjuro que hacía que el humo fuese de colores. Montaron una fiesta, y desde entonces, han ido apareciendo el agua, la luz... El origen y composición de la poción es todo un misterio del que nadie suelta prenda ni hartos de vino. Pero al igual que en la aldea de Astérix, se habla de un druida que en la cuarta luna de...
Y al margen de todo esto, el pueblo seguirá estando, existiendo, y cuando pase otro año, volverá a salir humo de colores, para demostrar que Peroblasco vive.
José Mari Rey García
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