La soja se ha convertido en un peligro para la selva amazónica, deforestando un millón de hectáreas al año.
Es una planta pequeña, de frutos pequeños. Una legumbre de alto contenido en proteínas, utilizada en la elaboración de aceites, mantequillas, leche y otros alimentos, y fundamentalmente, en piensos para alimentación animal. Y también es la principal causa de la deforestación amazónica en los últimos tiempos.
Este oro verde acaba con la selva a pasos agigantados, concretamente al de un millón de hectáreas anuales. Brasil ya cuenta con 23 millones de hectáreas dedicadas al mismo, lo que supone una cosecha anual de 50 millones de toneladas, convirtiéndolo en el principal productor mundial.
Las multinacionales acaparan el negocio en Brasil, y allí donde se establecen dejan huella de su paso. Uno de estos lugares es la localidad de Santarém, donde la deforestación presenta un paisaje desolador de tierras resecas y estepas áridas. Luego, devoraremos muy lejos de allí, en establecimientos de comida basura, la carne engordada con los piensos que producen.
Pero no sólo se acaba con la selva, sino que son sepultadas culturas enteras y se destruye una biodiversidad única, ocasionando daños irreparables. No crea empleo, ya que los procesos están altamente mecanizados. Además, se usa indiscriminadamente plantas transgénicas, que son grandes consumidoras de pesticidas, y cuyas semillas dejan cautivos de las multinacionales a los pequeños agricultores.
Una buena noticia es la firma de un acuerdo por parte de los productores de aceites vegetales y los exportadores de cereales, en virtud del cual aceptan el compromiso de no comercializar soja procedente de zonas deforestadas a partir del próximo octubre. Esto ha sido posible gracias a las presiones que, desde hace tiempo, se están realizando por grupos ecologistas. Las campañas informativas han tenido repercusiones en los consumidores, propiciando la negociación con las multinacionales del sector.
Los grupos de presión se muestran esperanzados, pero cautos, y seguirán empleando medidas efectivas que garanticen el futuro de la Amazonia y sus pueblos.
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